3 de junio de 2011

la visita al enfermo


La visita al enfermo

La enfermedad y la muerte es en lo único que estamos de acuerdo todas las personas; antes o después llega. Hay que tragarse la "gallina" entera, unos comienzan por la pechuga, otros por las alas,  también toca plumas y patas. de forma brusca o lenta aparece. todo se desmorona y aparece la realidad, lo que decía  mi padre: "la vida, hijo son cuatro días, solo interesa, Dios y un duro en bolsillo". Sí, pero  mientras  el enfermo  sufre, pierde su autonomía y se hace esclavo de su propio cuerpo.Hay que saber visitar al enfermo. Hay visitas excesivamente cortas, de compromiso y otras que aburren, hay que encontrar el tiempo justo. Es cuestión de estar atento a todas las circunstancias del enfermo y familiares. Ya están bastante cansados para visitas de compromiso. La mejor compañía es aquella que se hace operativa, la que se aprovecha para que el familiar descanse, salga a la calle, o aquella en la que se deja hablar al enfermo pasando de una escucha social hasta una escucha donde se consiga que exprese sus sentimientos más profundos. Esto requiere paciencia, observacion del entorno y en definitiva "saber escuchar"