Llegamos con el autobús conducido por Jose sobre las 10.15
Don Amadeo nos introdujo en la presencia de Dios y de la importancia de estar con el que sufre.
Seguidamente despues de leer el mensaje de nuestro Obispo Francisco nos dió una magistral conferencia D. Xavier Azcoita. Nos habló del misterio del sufrimiento.
El sufrimiento humano suscita compasión y respeto. Nos da miedo, nos asusta.
Siempre estamos queriendo aliviar el sufrimiento, pero aparece constantemente.
Nosotros como agentes de pastoral de la salud, iluminados con la luz de Cristo debemos NO DEJAR SOLO AL QUE SUFRE, QUE SE OIGA SU GRITO.
¿Qué hacemos con el sufrimiento de los demás?. Sabemos que va a llegar antes o después.
Un profundo SILENCIO,
UNA MIRADA AUTÉNTICA.
UN DUELO DE VERDAD.
UN ABRAZO VERDADERO
El sentido de la existencia es comprender el sufrimiento.
¡Queremos seguir a Cristo el Resucitado.
Es negarse a si mismo , seguirle y tomar la cruz, que no es lo mismo que la carga que tantas veces nos echamos encima, sin necesidad.
Todos sabemos que nacemos para morir
Que lo que empieza acaba. Es ley de vida.
Toda la creación gime y está en dolores de parto, anhelando la vida definitiva, la vida eterna ( San Pablo a los Romanos)
Dios quiere nuestra alegría y quiere evitarnos el sufrimiento
hay un sufrimientoq ue lo produce la realidad de la vida y hay un sufrimiento que nos lo creamos nosotros mismos.
Llamamos Cruz a cualquier cosa.
Jesús se compadece de las mujeres camino del calvario, se preocupa del malhechor , ora por los que le crucifican, se preocupa de su madre, del discipulo. Está pendiente de todo.
Nosotros para tener que coger la cruz de Cristo tenemos que dejar las cargas que llevamos a cuesta y que nos mortifican de forma inutil.

Seguidamente nos fuimos a la Eucaristía a la Catedral de Plasencia y después a convivir todos con los bocadillos, las tortillas de patatas y el gazpacho de Luisa Muriel en la ermita de la virgen del puerto.
Gracias a gente como Maribel, Araceli y tantos otros que cantaron y bailaron para agradar el día a todos, nos vinimos para Cáceres a la 17 horas en punto de la tarde.
Antonio Floriano Corbacho
Delegado Diocesano Diocesis Coria-Cáceres